Una caminata nada agotadora

El desafío de conseguir cubrir un acto de campaña del candidato a diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, no es nada fácil. Varios días de comunicación por diferentes medios con el centro de atención arrojan siempre el mismo resultado: el candidato no tiene una agenda fijada. Resulta curioso, sobre todo cuando en sus sitios oficiales aparecen actividades de campaña ya realizadas. Caen las esperanzas de lograr asistir a una, pero finalmente una fuente informal facilita la tarea.
A través de la red social “facebook”, Aníbal establece contacto con sus partidarios, o al menos con aquellos que adhirieron como tales. Sin embargo, nunca han aparecido por anticipado las actividades que se llevarán a cabo a futuro. Por el contrario, todas refieren a actividades ya concluidas, con foto y nota respectiva. Pero, alguien interesado en asistir da la pista suficiente, a través de un “posteo”. “Quedó a la 1 en Plaza Rivadavia el sábado entonces???”
Sin meditarlo demasiado, estos cronistas deciden ir al lugar arriesgándose al fracaso, pues el posteo en “facebook” no solo no es respondido sino eliminado.
Sábado 6 de junio a las 13, la impaciencia y el desencuentro reinan en Plaza Rivadavia. Se teme no encontrar nada, y otra vez, un dato “menor” ayuda a salir del paso. Una señora con banderín en mano camina apurada. Al preguntarle si sabía de un acto del candidato en búsqueda, responde: “están más adelante” y al parecer ella tenía el mismo dato erróneo. Finalmente luego de 15 cuadras, durante las cuales fue imposible seguirle el paso a la informante, los “vecinos agrupados” se sacaban fotos con Aníbal. Una mesa con una sombrilla, partidarios repartiendo volantes, y curiosos que se acercaban completaban el escenario. El fantasma del papelón en Telenoche se hacía presente cada vez que alguien se acercaba a felicitar al candidato.
Pese al frío que invadía la Ciudad de Buenos Aires, los vecinos se acercaban hacia el candidato, por curiosidad o por efectiva adherencia, algunos manifestaban sus inquietudes sobre los problemas de la ciudad, otros simplemente lo saludaban y unos pocos se animaron a manifestarle alguna que otra crítica.
A la altura de la esquina de las calles Rivadavia y Puan, uno de los vecinos de la zona preguntó el por qué del amontonamiento de gente. Al responderle que era por una caminata de Aníbal Ibarra, manifestó que “la nueva candidatura de este tipo demuestra la falta de seriedad de la política nacional”. Sin embargo, sus dichos quedaron solo en eso, ya que no se acercó hacia el candidato a manifestarle su disconformidad.
Quizá por estar sobre la avenida Rivadavia, donde tiene el recorrido la línea A de subterráneo (una de las obras paralizadas por la actual gestión porteña) su principal crítica giró en torno al manejo de los fondos públicos por el macrismo en lo relativo a la ampliación del subterráneo porteño.
Situados en la estación de subte Carabobo, se encontraban unos pocos reporteros que tomaban nota de los ataques verbales simultáneos que el líder de diálogo por Buenos Aires emitía contra el actual jefe de gobierno porteño Mauricio Macri. En relación al manejo de los fondos públicos, principalmente el de las obras del subterráneo porteño, Aníbal Ibarra destacaba con vehemencia, ante los periodistas y vecinos de la zona, que el macrismo había prometido la ampliación de las líneas de subterráneo A y B para este año, pero que hasta el momento todo sigue como estaba y, en este sentido, repetía una y otra vez que la actual gestión pagó 35 millones de pesos por adelantado a las dos empresas encargadas de la ampliación del subte y, sin embargo, no han hecho nada.
En su recorrida por los distintos sitios donde se encontró Aníbal Ibarra se lo vio filoso en su discurso y las críticas no sólo se centraron hacia el PRO, sino que también repartió para sus ex aliados políticos Néstor Kirchner y Carlos Heller. A estos últimos los culpabilizó por la falta de debate de ideas que se está dando en torno a la campaña para las elecciones de este 28 de junio.


Por Andrés Correa y Leonardo Figlioli